Pablo Milanés & Eldina Milagros

 




Mentiras de añoranza


Solía ser fácil

hablar de rutinas o cansancio,

de ojeras y cuerpos rotos,

Porque nada de eso me hizo sentir mal.

En la seguridad del amor o en la escaldadura

No hay lugar para la queja sobre la pasión 

o consultas.

Era una guerra de cuerpos sin dolor,

Un agotamiento de las horas nocturnas

Donde tu rutina de sudor en mi piel

causaba dependencia del placer,

Pezones puntiagudos 

perforando la palma de tus manos,

caderas adictas a la samba de tus caderas,

En un ir y venir, besos que cayeron,

Estaban colapsando

En un ir y venir, besos que caían, 

desde cuellos y bocas, hasta muslos y ojos.

Equipara tus palabras susurradas y

seductor a los murmullos de las conchas marinas,

a la brisa redentora de la tarde en la colina,

En los viejos tiempos 

eras la miel que endulzaba mis días.

Por eso escribo, con inquietud

Que mis recuerdos se han perdido

en el fondo del mar que ya no somos,

en una demencia de rituales y fiebres,

en una traducción 

de nuevas direcciones y objetivos.

Soy yo maldiciendo,

 todavía vivo, todavía presente

en mis maravillas acerca de ti.

Todavía atrapado en momentos de lujo

En ese planeta de afectos, donde tu nombre

en neón ilumina pasillos y pasillos,

esquinas y calles convexas.

Si el regalo te duele, grábalo editado en mp3,

Para que puedas seguir viviendo en el pasado

que una vez fuimos, tú y yo.

Pero ese día los pétalos se derraman sobre mí

y besa la cara ya manchada de humedad,

justo debajo de donde dice: Aquí yace Saudade.


Comentários

Mensagens populares